Sabemos que la construcción en Tabasco de un gobierno moderno, ágil y transparente con finanzas públicas sanas, implica generar confianza social mediante mecanismos puntuales de rendición de cuentas y acceso a la información pública.
Es un imperativo que transitemos hacia una nueva gestión pública transparente, sana y cercana a la gente. Para lo cual, se deberán instrumentar en todas las instancias del sector público una serie de reformas que correspondan a la modernización administrativa en el ámbito gubernamental, para lograr un gobierno responsable, eficiente, humanista y orientado a los resultados.
El Gobierno de Tabasco deberá incluir en su Plan Estatal de Desarrollo (PLED 2013-2018), reformas legales, particularmente en torno a temas como la modernización y gestión de la administración pública local, sistemas de información y transparencia, las finanzas y el mejoramiento de sus niveles de eficacia y eficiencia. No sólo se trata de reducir los gastos de operación del Poder Ejecutivo, sino tener una administración transparente, que ahorre y mantenga una estricta disciplina en las finanzas públicas.
Sobre la problemática de la salud en las finanzas del Estado, al igual que la revisión de las cuentas públicas, es necesario precisar que una de las grandes deficiencias del control del presupuesto a nivel estatal y de los municipios es que es a posteriori -después del gasto- y ya que no existen revisiones efectivas para el desvío de recursos y remedios para corregir las políticas públicas equivocadas.
Es por conducto del Órgano Superior de Fiscalización (OSF), que se revisa el gasto ejercido de los entes fiscalizables como los poderes del Estado, los ayuntamientos, los organismo u órganos estatales y de los municipios, así como los órganos autónomos creados constitucionalmente, y en general, cualquier entidad, persona física o jurídica colectiva, pública o privada, que en términos de las disposiciones legales haya recaudado, administrado, manejado o ejercido recursos públicos.
No obstante, hoy más que nunca es evidente y necesario que la legislación local salvaguarde la imparcialidad y eficacia fiscalizadora, encomendada constitucionalmente al OSF.
¿Qué sucede con el caso de Francisco Rullán Silva? Indiscutiblemente, es imprescindible para la autonomía de las entidades de fiscalización superior mantener una posición imparcial, neutral y objetiva en el ejercicio de sus funciones de fiscalización, ya que de lo contrario se pone en riesgo la credibilidad de las auditorías practicadas, o los resultados, conclusiones y recomendaciones emitidas.
Sin embargo, la clave sobre la polémica que ha suscitado la remoción del titular de la OSF en Tabasco, radica que conforme la Declaración de Lima, así como en el segundo principio de la Declaración de México sobre la Independencia de las Entidades de Fiscalización Superior (EFS) y en relación con el segundo principio de la Declaración de Principios de la Asociación Nacional de Organismos de Fiscalización Superior y Control Gubernamental (ASOFIS), no se podrá vulnerar el derecho adquirido de inamovilidad de los actuales titulares de las EFS. Admitir lo contrario implicaría violación manifiesta de las garantías de seguridad jurídica, exacta aplicación de la ley y no aplicación retroactiva de la misma, contempladas en la Constitución Federal.
El punto es que el OSF, transite de un órgano con autonomía técnica y de gestión a nivel constitucional a ser un órgano constitucionalmente autónomo, con la finalidad que no se encuentre sujeto a las disposiciones y control total del poder legislativo y menos subrepticiamente, al ejecutivo local.
Es importante, la transición de las entidades de fiscalización superior con autonomía técnica y de gestión, a organismos autónomos. Es imperante que en futuras reformas legislativas local se constituya el OSF en un órgano constitucionalmente autónomo, debiendo rendir cuentas de su actuación y resultados al Poder Legislativo; dotadas de un presupuesto suficiente para el óptimo cumplimiento de las atribuciones que se les han conferido y que garantice que pueda ejercer sus funciones bajo los principios de neutralidad, objetividad e imparcialidad.
Evidente es que se necesita mayor independencia del OSF para estar al margen de intereses partidistas. Además son temas importantes el de la deuda pública y los empréstitos, los cuales, exige mayores controles para frenar el saqueo impune de malos servidores públicos.
Se requiere de una reforma integral que abarque a todos los ordenamientos jurídicos relacionados con la fiscalización y deuda pública, pues no deben existir lagunas, contradicciones o insuficiencias. Porque a nadie le queda duda que carecemos de un eficaz sistema de rendición de cuentas y se requiere una gran reforma a la Constitución Política local, a la Ley Orgánica de los Municipios y la Ley de Deuda Pública del Estado de Tabasco y sus Municipios, con el propósito que los recursos públicos gestionados por las instituciones del gobierno estatal y los ayuntamientos sean a través de un ejercicio transparente y sujeto a control.
REFLEXIÓN
No se trata de exhibir las pifias legales y políticas, sino entre todos y con propuestas serias, construir una nueva legalidad en Tabasco, garantizando la transparencia y responsabilidad de los actos gubernamentales; en esto radica el cambio verdadero.
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Twitter: @pumamemo
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