lunes, 24 de junio de 2013

II. POBREZA Y DESEMPLEO EN TABASCO


Con 52 millones de pobres, México es en uno de los países con mayor desigualdad a nivel mundial, ya que un 46.2 por ciento de los mexicanos están por debajo de la línea de pobreza establecida en la medición oficial por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política del Desarrollo Social (CONEVAL).

La desigualdad tiene un carácter multidimensional, cuya expresión más flagrante es en el ámbito económico, que además se refleja en términos de territorios, etnicidad, género y por consiguiente, en una profunda estratificación del ejercicio de los derechos ciudadanos caracterizado por el rezago y la discriminación social.

Precisamente, estados como Campeche, Chiapas, Guerrero, Oaxaca, Quintana Roo, Tabasco, Veracruz y Yucatán han demandado una atención más justa y equilibrada, ello ante el rezago económico y social que han vivido dichas zonas históricamente, lo cual obliga a la instrumentación de políticas públicas integrales y que permitan generar una mejor calidad de vida a la sociedad del sur-sureste del país.

El asunto no es menor para Tabasco, pues con 566, 720 personas en condiciones de pobreza, representa esta cifra el 57.2 por ciento de los habitantes del estado. Para tener una idea más clara de lo que esto representa, la población en situación de pobreza es aquella que tiene un ingreso inferior a la línea de bienestar mínimo y tiene al menos 2.5 en promedio de la clasificación de carencias sociales como pueden ser rezago educativo, acceso a los servicios de salud, a la seguridad social, calidad y espacios de la vivienda, acceso a los servicios básicos en la vivienda y a la alimentación.

A la crisis política, social y económica de Tabasco debemos sumarle los graves retrocesos acumulados de los sexenios pasados y las inundaciones de 2007, 2008, 2009 y 2010, que han provocado el incremento de la delincuencia vaya en aumento y la falta de oportunidades de las familias tabasqueñas.

Es preocupante, la polarización política ante la disyuntiva de la alternancia política, pues el camino que la administración pública estatal puede tomar aún es incierto y desconocido el impacto social que pueda tener en un futuro cercano, cuando la precaria calidad del empleo continúa agudizándose y lejos están por cumplirse las expectativas del cambio.

Hay que trabajar para impulsar el desarrollo y el crecimiento. Necesitamos gobiernos en Tabasco con una visión más amplia, para dar un giro estratégico que consista en centrar en este esfuerzo una visión de largo plazo, ya que la polarización política ha sido un obstáculo fundamental en estos últimos años para el desarrollo de la entidad.

Todo acto de corrupción debe ser castigado, pero no servir como acción propagandística; no es saludable socialmente. Les ofrezco un dato –según el CONEVAL-, los municipios en Tabasco que concentran el mayor número de personas en pobreza son: Centro, 243,206 personas (37.8 por ciento de su población); Cárdenas, 151,222 personas (65.3 por ciento de su población); Comalcalco, 129,742 personas (66.1 por ciento de su población); Huimanguillo, 114,178 personas (69.9 por ciento de su población) y Macuspana, 110,167 personas (68.2 por ciento de su población).

Otra friolera, Centla, Huimanguillo y Jonuta son los municipios con mayor porcentaje de población en pobreza y en pobreza extrema. De igual modo, los municipios que concentran el mayor número de personas en pobreza extrema son: Cárdenas, 47,207 personas (20.4 por ciento del total de su población); Huimanguillo, 38,724 personas (23.7 por ciento del total de su población); Comalcalco, 37,072 personas (18.9 por ciento del total de su población); Centro, 33,824 personas (5.3 por ciento del total de su población) y; Centla, 25,722 personas (25.4 por ciento del total de su población).

Por lo menos, se avizora pronto la presentación del Plan Estatal de Desarrollo (2013-2018) y a partir de este documento tendremos instrumentos de medición y evaluación de las políticas públicas que instrumente el gobierno del estado y sobre todo, la población podrá advertir o no, si están cumpliendo las metas y objetivos propuestos.

Respecto a los programas sociales, las autoridades de los tres órdenes de gobierno, deben atender este problema con mayor responsabilidad. Sólo mediante la educación mejorará la situación económica de los ciudadanos en pobreza, y no con darles dádivas o regalándoles despensas, láminas o medicinas.

Esperemos que en Tabasco se instrumenten políticas públicas que contribuyan efectivamente a que las personas en situación de pobreza puedan alcanzar su bienestar, porque si no continuaremos con la política de la acusación y la protesta que tanto entorpece.

Existe una gran inquietud en la ciudadanía que ve a los políticos muy alejados de sus demandas. La acción de las autoridades debe enfocarse a atender una política pública efectiva orientada a una mejor distribución de la riqueza y menos, revertir la tendencia histórica respecto a la desigualdad y la pobreza.

REFLEXIÓN

Cómo hablar de desarrollo, cuando lejos estamos de una inversión económica y social que se enfoque en mejorar las oportunidades entre los más humildes. Es preciso ir más allá, ¿necesitamos más datos?

 

E-mail: guillermoars@gmail.com

Twitter: @pumamemo

 

 

II. POBREZA Y DESEMPLEO EN TABASCO


Con 52 millones de pobres, México es en uno de los países con mayor desigualdad a nivel mundial, ya que un 46.2 por ciento de los mexicanos están por debajo de la línea de pobreza establecida en la medición oficial por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política del Desarrollo Social (CONEVAL).

La desigualdad tiene un carácter multidimensional, cuya expresión más flagrante es en el ámbito económico, que además se refleja en términos de territorios, etnicidad, género y por consiguiente, en una profunda estratificación del ejercicio de los derechos ciudadanos caracterizado por el rezago y la discriminación social.

Precisamente, estados como Campeche, Chiapas, Guerrero, Oaxaca, Quintana Roo, Tabasco, Veracruz y Yucatán han demandado una atención más justa y equilibrada, ello ante el rezago económico y social que han vivido dichas zonas históricamente, lo cual obliga a la instrumentación de políticas públicas integrales y que permitan generar una mejor calidad de vida a la sociedad del sur-sureste del país.

El asunto no es menor para Tabasco, pues con 566, 720 personas en condiciones de pobreza, representa esta cifra el 57.2 por ciento de los habitantes del estado. Para tener una idea más clara de lo que esto representa, la población en situación de pobreza es aquella que tiene un ingreso inferior a la línea de bienestar mínimo y tiene al menos 2.5 en promedio de la clasificación de carencias sociales como pueden ser rezago educativo, acceso a los servicios de salud, a la seguridad social, calidad y espacios de la vivienda, acceso a los servicios básicos en la vivienda y a la alimentación.

A la crisis política, social y económica de Tabasco debemos sumarle los graves retrocesos acumulados de los sexenios pasados y las inundaciones de 2007, 2008, 2009 y 2010, que han provocado el incremento de la delincuencia vaya en aumento y la falta de oportunidades de las familias tabasqueñas.

Es preocupante, la polarización política ante la disyuntiva de la alternancia política, pues el camino que la administración pública estatal puede tomar aún es incierto y desconocido el impacto social que pueda tener en un futuro cercano, cuando la precaria calidad del empleo continúa agudizándose y lejos están por cumplirse las expectativas del cambio.

Hay que trabajar para impulsar el desarrollo y el crecimiento. Necesitamos gobiernos en Tabasco con una visión más amplia, para dar un giro estratégico que consista en centrar en este esfuerzo una visión de largo plazo, ya que la polarización política ha sido un obstáculo fundamental en estos últimos años para el desarrollo de la entidad.

Todo acto de corrupción debe ser castigado, pero no servir como acción propagandística; no es saludable socialmente. Les ofrezco un dato –según el CONEVAL-, los municipios en Tabasco que concentran el mayor número de personas en pobreza son: Centro, 243,206 personas (37.8 por ciento de su población); Cárdenas, 151,222 personas (65.3 por ciento de su población); Comalcalco, 129,742 personas (66.1 por ciento de su población); Huimanguillo, 114,178 personas (69.9 por ciento de su población) y Macuspana, 110,167 personas (68.2 por ciento de su población).

Otra friolera, Centla, Huimanguillo y Jonuta son los municipios con mayor porcentaje de población en pobreza y en pobreza extrema. De igual modo, los municipios que concentran el mayor número de personas en pobreza extrema son: Cárdenas, 47,207 personas (20.4 por ciento del total de su población); Huimanguillo, 38,724 personas (23.7 por ciento del total de su población); Comalcalco, 37,072 personas (18.9 por ciento del total de su población); Centro, 33,824 personas (5.3 por ciento del total de su población) y; Centla, 25,722 personas (25.4 por ciento del total de su población).

Por lo menos, se avizora pronto la presentación del Plan Estatal de Desarrollo (2013-2018) y a partir de este documento tendremos instrumentos de medición y evaluación de las políticas públicas que instrumente el gobierno del estado y sobre todo, la población podrá advertir o no, si están cumpliendo las metas y objetivos propuestos.

Respecto a los programas sociales, las autoridades de los tres órdenes de gobierno, deben atender este problema con mayor responsabilidad. Sólo mediante la educación mejorará la situación económica de los ciudadanos en pobreza, y no con darles dádivas o regalándoles despensas, láminas o medicinas.

Esperemos que en Tabasco se instrumenten políticas públicas que contribuyan efectivamente a que las personas en situación de pobreza puedan alcanzar su bienestar, porque si no continuaremos con la política de la acusación y la protesta que tanto entorpece.

Existe una gran inquietud en la ciudadanía que ve a los políticos muy alejados de sus demandas. La acción de las autoridades debe enfocarse a atender una política pública efectiva orientada a una mejor distribución de la riqueza y menos, revertir la tendencia histórica respecto a la desigualdad y la pobreza.

REFLEXIÓN

Cómo hablar de desarrollo, cuando lejos estamos de una inversión económica y social que se enfoque en mejorar las oportunidades entre los más humildes. Es preciso ir más allá, ¿necesitamos más datos?

 

E-mail: guillermoars@gmail.com

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II. POBREZA Y DESEMPLEO EN TABASCO


Con 52 millones de pobres, México es en uno de los países con mayor desigualdad a nivel mundial, ya que un 46.2 por ciento de los mexicanos están por debajo de la línea de pobreza establecida en la medición oficial por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política del Desarrollo Social (CONEVAL).

La desigualdad tiene un carácter multidimensional, cuya expresión más flagrante es en el ámbito económico, que además se refleja en términos de territorios, etnicidad, género y por consiguiente, en una profunda estratificación del ejercicio de los derechos ciudadanos caracterizado por el rezago y la discriminación social.

Precisamente, estados como Campeche, Chiapas, Guerrero, Oaxaca, Quintana Roo, Tabasco, Veracruz y Yucatán han demandado una atención más justa y equilibrada, ello ante el rezago económico y social que han vivido dichas zonas históricamente, lo cual obliga a la instrumentación de políticas públicas integrales y que permitan generar una mejor calidad de vida a la sociedad del sur-sureste del país.

El asunto no es menor para Tabasco, pues con 566, 720 personas en condiciones de pobreza, representa esta cifra el 57.2 por ciento de los habitantes del estado. Para tener una idea más clara de lo que esto representa, la población en situación de pobreza es aquella que tiene un ingreso inferior a la línea de bienestar mínimo y tiene al menos 2.5 en promedio de la clasificación de carencias sociales como pueden ser rezago educativo, acceso a los servicios de salud, a la seguridad social, calidad y espacios de la vivienda, acceso a los servicios básicos en la vivienda y a la alimentación.

A la crisis política, social y económica de Tabasco debemos sumarle los graves retrocesos acumulados de los sexenios pasados y las inundaciones de 2007, 2008, 2009 y 2010, que han provocado el incremento de la delincuencia vaya en aumento y la falta de oportunidades de las familias tabasqueñas.

Es preocupante, la polarización política ante la disyuntiva de la alternancia política, pues el camino que la administración pública estatal puede tomar aún es incierto y desconocido el impacto social que pueda tener en un futuro cercano, cuando la precaria calidad del empleo continúa agudizándose y lejos están por cumplirse las expectativas del cambio.

Hay que trabajar para impulsar el desarrollo y el crecimiento. Necesitamos gobiernos en Tabasco con una visión más amplia, para dar un giro estratégico que consista en centrar en este esfuerzo una visión de largo plazo, ya que la polarización política ha sido un obstáculo fundamental en estos últimos años para el desarrollo de la entidad.

Todo acto de corrupción debe ser castigado, pero no servir como acción propagandística; no es saludable socialmente. Les ofrezco un dato –según el CONEVAL-, los municipios en Tabasco que concentran el mayor número de personas en pobreza son: Centro, 243,206 personas (37.8 por ciento de su población); Cárdenas, 151,222 personas (65.3 por ciento de su población); Comalcalco, 129,742 personas (66.1 por ciento de su población); Huimanguillo, 114,178 personas (69.9 por ciento de su población) y Macuspana, 110,167 personas (68.2 por ciento de su población).

Otra friolera, Centla, Huimanguillo y Jonuta son los municipios con mayor porcentaje de población en pobreza y en pobreza extrema. De igual modo, los municipios que concentran el mayor número de personas en pobreza extrema son: Cárdenas, 47,207 personas (20.4 por ciento del total de su población); Huimanguillo, 38,724 personas (23.7 por ciento del total de su población); Comalcalco, 37,072 personas (18.9 por ciento del total de su población); Centro, 33,824 personas (5.3 por ciento del total de su población) y; Centla, 25,722 personas (25.4 por ciento del total de su población).

Por lo menos, se avizora pronto la presentación del Plan Estatal de Desarrollo (2013-2018) y a partir de este documento tendremos instrumentos de medición y evaluación de las políticas públicas que instrumente el gobierno del estado y sobre todo, la población podrá advertir o no, si están cumpliendo las metas y objetivos propuestos.

Respecto a los programas sociales, las autoridades de los tres órdenes de gobierno, deben atender este problema con mayor responsabilidad. Sólo mediante la educación mejorará la situación económica de los ciudadanos en pobreza, y no con darles dádivas o regalándoles despensas, láminas o medicinas.

Esperemos que en Tabasco se instrumenten políticas públicas que contribuyan efectivamente a que las personas en situación de pobreza puedan alcanzar su bienestar, porque si no continuaremos con la política de la acusación y la protesta que tanto entorpece.

Existe una gran inquietud en la ciudadanía que ve a los políticos muy alejados de sus demandas. La acción de las autoridades debe enfocarse a atender una política pública efectiva orientada a una mejor distribución de la riqueza y menos, revertir la tendencia histórica respecto a la desigualdad y la pobreza.

REFLEXIÓN

Cómo hablar de desarrollo, cuando lejos estamos de una inversión económica y social que se enfoque en mejorar las oportunidades entre los más humildes. Es preciso ir más allá, ¿necesitamos más datos?

 

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I. POBREZA Y DESEMPLEO


Existe una gran inquietud en la ciudadanía que ve a los políticos muy alejados de sus demandas. La acción de las autoridades no ha logrado atender una política pública efectiva orientada a una mejor distribución de la riqueza y menos, revertir la tendencia histórica respecto a la desigualdad y la pobreza.

Existen muchas causas históricas de la desigualdad en México, pero también tiene orígenes recientes y claros que residen en una inadecuada política fiscal, además, una economía que mantiene un mercado laboral segmentado y heterogéneo, que excluye social y económicamente a una proporción significativa de los trabajadores, con elevadas tasas, no sólo de desempleo sino de informalidad, una alta proporción de mano de obra con bajos niveles de ingresos y una marcada desigualdad entre diferentes grupos, que afecta particularmente a las mujeres, a los indígenas y a los jóvenes.

En un país de 112 millones de habitantes, hay 52 millones de mexicanos en pobreza, según datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política del Desarrollo Social (CONEVAL). Estas cifras negativas revelan no únicamente la tendencia a la baja generalizada en los ingresos, sino el fracaso del modelo económico y el mediocre crecimiento en la economía nacional, que en los últimos años ha sido inferior al dos por ciento anual.

Con 52 millones de pobres, México se convierte en uno de los países con mayor desigualdad a nivel mundial, ya que un 46.2 por ciento de los mexicanos están por debajo de la línea de pobreza establecida en la medición oficial por el CONEVAL. Para muestra ahí tenemos los bajos salarios y el aumento en la informalidad del mercado laboral.

La desigualdad tiene un carácter multidimensional, cuya expresión más flagrante es en el ámbito económico, que además se refleja en términos de territorios, etnicidad, género y por consiguiente, en una profunda estratificación del ejercicio de los derechos ciudadanos caracterizado por el rezago y la discriminación social.

Las autoridades de los tres órdenes de gobierno, deben atender esta problemática con mayor responsabilidad pues sólo mediante la educación mejorará la situación económica de los mexicanos en pobreza, y no regalándoles despensas, láminas, cemento o medicinas. Sólo cuando mejore el nivel educativo en regiones excluidas y pobres, estas entidades producirán riqueza.

En el contexto que vive México y frente a la innegable preocupación que existe por una realidad que a todos inquieta, como es la presencia y utilización de niños y jóvenes por parte del crimen organizado, temas como el empleo, la pobreza, el desarrollo infantil, la equidad de género y la seguridad pública, van de la mano. Por ello, es importante que México fortalezca sus políticas públicas para mejorar el bienestar de las familias y los niños.

Las acciones que el Estado  emprenda para combatir la pobreza no es cuestión de caridad, sino en la obligación que tiene que asumir en virtud del reconocimiento de los derechos humanos y necesitamos en el país una visión más amplia, para dar un giro estratégico que consista en centrar en este esfuerzo una visión de largo plazo y la clase política da evidencia de su alejamiento con la ciudadanía para garantizar el bienestar, la justicia, el orden y la paz.

En México se necesita una visión diferente y una política pública que ataque las causas: una educación de calidad, es tarea pendiente en el país. No se trata solamente del hecho de acceder a un aula de clases. Lo confirma el pobre desempeño académico en evaluaciones internacionales –por debajo del ingreso per cápita-, como el Programa de Evaluación Internacional de Estudiantes (PISA, según siglas en inglés) de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE).

Cómo hablar de competitividad, cuando lejos estamos de una inversión económica y social que se enfoque en mejorar las oportunidades educativas entre los más humildes. Es preciso ir más allá, ¿necesitamos más datos?

REFLEXIÓN

Los riesgos son tan potenciales y la polarización política será siempre un obstáculo fundamental en para el desarrollo del país y de Tabasco.

E-mail: guillermoars@gmail.com

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lunes, 10 de junio de 2013

NUESTRA HISTORIA PUEDE ENSEÑARNOS ALGO


Hace exactamente trece años me pregunté, supongo que reaccionando a algunas oídas, qué era lo que pasaba en el mundo. “Protestan contra la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos en Canadá y frente al Teatro Capitol, se organiza una reunión de sindicatos, donde se congregan cientos de jóvenes con pancartas de todo tipo, que protestan contra la militarización en la lucha antidrogas, el uso de pesticidas o las políticas del Fondo Monetario Internacional”. Se entreveía la importancia de estas protestas contra la globalización, como la de Seattle en noviembre de 1999, que convulsionó la Cumbre de la Organización Mundial de Comercio.

En México, tantos problemas irresolutos como Chiapas, la UNAM, los maestros, Aeroméxico y sembrada en la opinión pública la aritmética de que el poder transaba con la oposición.

En esos años las notas eran extraordinariamente oscuras para ganar el 2 de julio del 2000, aún no adquiríamos conocimiento reflexivo sobre la novedad y la trascendencia que esa fecha tendría para los mexicanos. La evolución hacia una mayor consciencia no coincidiría con la salida del Partido Revolucionario Institucional de Los Pinos, sino al dar un pequeño vistazo a la novedad y la colindancia con la realidad, y contrastar que el sistema político incuestionable dejaría un heredero, pues la cúpula de poder cambiaría de rostros, pero no de estructuras.

Coincidíamos en cambiar el semblante de México y favorecer un modelo de vida más justo de las mexicanas y los mexicanos. Sin embargo –a pesar de los eslóganes de Vivir Mejor-, el narcotráfico y los secuestros terminaron por consolidarse como los nuevos terrores de lo público.

¿Qué fue lo que pasó? Nosotros nos lo preguntamos ahora. Definitivamente, no logramos la transformación ansiada hacia una nación exitosa y competitiva. Tal vez, debimos actuar más en nosotros mismos y extirpar las falsas creencias que nos aquejan como sociedad, para así hacer un viraje de rumbo y cambiar nuestras ideas.

Por ello, esforcémonos y comprometámonos con nosotros mismos, con nuestras metas y sueños, con esta gran obra colectiva que es México. No olvidemos, que nada está más destinado al fracaso que aquello que se emprende a medias, sin pasión y sin fuerza.

Los invito a reflexionar conmigo sobre el éxito de esta gran nación, que es un mosaico de cultura, historia y tradición que tiene mucho que ofrecer a propios y extraños.

El mayor éxito de los mexicanos es que no nos desanimemos al encontrar obstáculos en nuestro camino, y que trabajemos con ahínco hasta que podamos ser un ejemplo vivo de que ¡sí se puede!

Todo depende de uno mismo y que la decepción no sea la crónica amarga que este país nos narra. La tibieza, la indecisión, no son aceptables en ninguna circunstancia. Todas las personas somos seres humanos excepcionales y podemos contribuir no sólo a transformar nuestra existencia, sino también la de los demás y luchar por un mejor mundo.

Tengamos presente que el éxito no solamente se puede medir en pesos y centavos. El éxito radica en inspirar positivamente la vida de quienes nos rodean, viviendo con sencillez, humildad, honestidad, servicio y perseverancia, y sobre todo, con mucha alegría.

Por ello, es necesario reflexionar sobre la ambición y sus límites, sobre las ofensas que el tiempo y la memoria convierten en agravios imperdonables. En este sentido, no olvidemos que es más valioso y efectivo predicar con el ejemplo que con la palabra; no traiciones.

Muchos aún no comprenden la gran responsabilidad que tienen sobre sus hombros y que su trabajo debe estar orientado a representar a la ciudadanía buscando como único fin el bien común de la sociedad. Tarea que muchas veces, los partidos políticos han olvidado sólo haciéndose cargo de la coyuntura y las urgencias.

La coherencia entre lo que se dice y lo que se hace es, la principal cualidad de un líder político. Necesitamos gobiernos que se apresten a recuperar el rumbo y cumplir con la exigencia del interés público, para romper esas nefastas herencias de administraciones pasadas que impiden y han impedido el beneficio colectivo.

Un gobierno corrupto dejará siempre un rastro de ineficiencia administrativa. México y Tabasco, necesitan de gobiernos donde prevalezcan y se antepongan las buenas conductas ligadas a la ética y superar las disputas políticas. Asimismo, terminar con la cultura patrimonialista de gobernar, trabajar con la sociedad organizada, escucharla y dialogar con ella.

De igual modo, no olvidemos que la corrupción y las malas prácticas no son exclusivas de los gobiernos. También en la iniciativa privada se observa este comportamiento.

Como ciudadanos es necesario predicar con el ejemplo, dejando a un lado los prejuicios o intereses personales. Esto, es a mi juicio lo que nos permitirá recuperar la credibilidad y confianza de quienes permanentemente, dicen sentirse decepcionados de la clase política.

 

REFLEXIÓN

De la historia recorrida en estos años, me queda la impresión que pocos dirigentes y políticos se han atrevido a un ejercicio de sinceridad con la sociedad. En estos aciagos tiempos en que estamos padeciendo el descrédito de la clase política, es clave eliminar de la sociedad esa imagen de políticos corruptos y de que la justicia no es igual para todos.

A pesar que la voluntad es frágil, derribemos estos muros. Nuestra historia puede enseñarnos algo, porque sin amor en lo que hacemos, sin esfuerzo, sin compromiso, no lograremos nada.

 

E-mail: guillermoars@gmail.com

Twitter: @pumamemo

 

lunes, 3 de junio de 2013

PROGRAMAS FEDERALES, ES HORA DE BAJAR RECURSOS EN SERIO


El Plan Nacional de Desarrollo (PND) 2013-2018 está dividido en cinco grandes temas que son prioridades para el gobierno que encabeza Enrique Peña Nieto: México en paz; México incluyente; México con educación de calidad para todos; México próspero y; México como actor con responsabilidad global.

Precisamente, la transparencia, abatir la impunidad, la prevención social de la violencia y el fortalecimiento de las fuerzas policiacas son los ejes de seguridad que se incluyen en el PND 2013-2018. Específicamente las líneas de acción de centrarán en robustecer el papel de la Procuraduría General de la República (PGR); transformar la Policía Federal en un cuerpo de cercanía; transparentar la actuación de los ministerios públicos y capacitarlos; inhibir el lavado de lavado de dinero; fortalecer la inteligencia de los cuerpos policiacos y militares.

Asimismo, potenciar la Ley General de Víctimas, promover en el Sistema Penitenciario Nacional la reinserción social efectiva y en este orden de ideas, para abatir la impunidad, hacer efectiva la efectiva implementación del sistema de justicia penal acusatorio.

Estos propósitos marcan la pauta de implantar un nuevo modelo de operación institucional en seguridad pública y procuración de justicia que genere mayor capacidad de probar los delitos. Además, reformas constitucionales y legales que permitan la expedición de un código de procedimientos penales único y una ley general penal.

El Gobierno de la República maneja un total de 94 programas federales y el Presupuesto de Egresos de la Federación 2013 contempla una decena de nuevos programas sociales que se implementarán este año para erradicar la desigualdad social y combatir la delincuencia en el país.

Por ejemplo, hay un programa piloto que tiene el objetivo de apoyar a jóvenes de escasos recursos a terminar sus estudios como es el Becas-Salario, que será manejado por la Secretaría de Educación y el Congreso Federal se encargará de instrumentar su funcionamiento. 

Se prevé también una partida especial que servirá de base para comenzar a gestionar políticas públicas enfocadas a los jóvenes a través del Programa de Generación de Políticas Públicas para Jóvenes. De igual forma se instrumentará el Programa para dotar computadoras portátiles a niños de Primaria, con la finalidad de apoyarlos en su formación académica.

Por otra parte, el Programa de Seguro a Madres Jefas de Familia -cuyo monto aún no queda definido, pues el Congreso de la Unión tendrá que expedir la ley reglamentaria para definir su operación-, es otro programa de desarrollo social en el país.

Son importantes estos esfuerzos, no obstante, para disminuir la desigualdad social se debe incrementar la calidad en la educación de nivel básico y cobertura en nivel medio superior. Otro punto, es establecer mecanismos de protección social que aseguren un piso mínimo de bienestar en la población mexicana, esto reducirá las probabilidades de que las condiciones socioeconómicas actuales determinen las de las siguientes generaciones.

En cuanto a las mujeres, el Programa para promover la Atención y Prevención de la Violencia contra las Mujeres -operado por la Secretaría de Gobernación-, deberá llevar a cabo campañas, capacitación a autoridades locales y federales para prevenir la violencia contra las mujeres. Sin embargo, considero que muy importante sería complementarlo  con acciones que favorezcan el ingreso de un número mayor de mujeres al mercado laboral.

Otro de los mayores retos es la reforma penal, toda vez que al no haber sido una prioridad de la administración federal anterior, los gobiernos locales tampoco la consideraron una prioridad dentro de su agenda política y presupuestaria. A tal grado, que sólo Chihuahua, Morelos y el Estado de México han iniciado la operación del nuevo sistema.

Esto implica retos institucionales y a nivel normativo, que va desde la implementación, la evaluación y el proceso penal en general, hasta la creación de indicadores sobre el nuevo sistema a nivel local, que sean capaces de reflejar los avances y áreas de oportunidad de cada una de las entidades involucradas. El problema radica en que solo quedan tres años para concluir la etapa de la implementación.

Precisamente, hay una partida manejada por la SEGOB con un monto de 458 millones 943 mil 840 pesos y que servirá para terminar de implementar la modalidad de juicios orales en toda la República a través del Programa de Subsidios para implementar reformas al Sistema de Justicia Penal.

Entre otros programas federales se encuentran el de Gendarmería Nacional, Atención integral para Víctimas de los Delitos de Alto Impacto y el Programa Nacional de Prevención Social de la Violencia y la Delincuencia. Éste atenderá con urgencia cincuenta y siete demarcaciones del país –cuarenta y ocho municipios, dos delegaciones del D.F. y siete zonas metropolitanas-, que requieren mayor apoyo en el corto plazo a través de una visión de acupuntura urbana y focalización.

Adicionalmente, se implementarán acciones preventivas en doscientos cincuenta y un municipios y se señalan estrategias nacionales de corto, mediano y largo plazo,  todo ello apoyado con la participación decidida de organizaciones de la sociedad civil, el sector privado y organismos internacionales.

En el caso de Tabasco, ya ha comenzado a recibir recursos para estos programas estratégicos de prevención de la delincuencia. Por ejemplo, se ha beneficiado al municipio de Centro con un presupuesto de 29.6 millones de pesos en este año, a través de un convenio de colaboración con la Subsecretaría de Prevención y Participación Ciudadana, para impulsar un programa social enfocado en colonias populares consideradas como focos rojos.

De igual modo, la SEGOB autorizó recursos para seguridad pública a seis estados, Morelos, Nayarit, Nuevo León, Oaxaca, Veracruz y Tabasco. Para ello, se otorgará el Subsidio para la Seguridad Pública de los Municipios (SUBSEMUN), derivado de dos convenios de adhesión celebrados entre el Sistema Nacional de Seguridad Pública y varios municipios del estado de Tabasco.

Los documentos publicados en el Diario Oficial de la Federación precisan que dichos recursos presupuestarios federales, se destinarán exclusivamente para profesionalizar y equipar a los cuerpos de seguridad pública de los municipios beneficiarios. Además de mejorar la infraestructura de sus corporaciones, así como desarrollar y aplicar políticas públicas en materia de prevención social del delito, en atención a los Programas con Prioridad Nacional, aprobados por el Consejo Nacional. Los municipios beneficiados son Cárdenas, Centla, Comalcalco, Cunduacán, Huimanguillo, Jalpa de Méndez, Macuspana, Nacajuca, Paraíso y Centro. Los primeros nueve municipios recibirán un subsidio federal de 10 millones de pesos y en el caso específico de Centro, un recurso de 30 millones 557 mil 667 pesos.

Sin embargo, es importante señalar que conforme a las reglas de operación, los municipios beneficiados se obligan a aportar de sus recursos presupuestarios el 25 por ciento del total de los recursos federales otorgados.

 

REFLEXIÓN

Hablando de la reforma al sistema de justicia penal adversarial en Tabasco, la formación y la capacitación de recursos humanos es uno de sus pilares, como de su operación misma, ya que se requiere una transformación no sólo técnica, sino también cultural en los perfiles y el desempeño profesional de los funcionarios en todos los niveles de la estructura.

En este sentido, es importante la vinculación con los sectores académicos y universidades de la entidad, para que aporten sus conocimientos, experiencia y práctica profesional en la instrumentación de esta importante reforma judicial penal, y quede congruentemente incorporada a nuestro marco jurídico estatal y operando eficazmente.

Corresponderá a la sociedad civil y organizaciones no gubernamentales, la evaluación del desempeño de los tres niveles de gobierno; la lupa está en sus manos.

 

E-mail: guillermoars@gmail.com

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