Existe
una gran inquietud en la ciudadanía que ve a los políticos muy alejados de sus
demandas. La acción de las autoridades no ha logrado atender una política
pública efectiva orientada a una mejor distribución de la riqueza y menos,
revertir la tendencia histórica respecto a la desigualdad y la pobreza.
Existen
muchas causas históricas de la desigualdad en México, pero también tiene
orígenes recientes y claros que residen en una inadecuada política fiscal,
además, una economía que mantiene un mercado laboral segmentado y heterogéneo,
que excluye social y económicamente a una proporción significativa de los
trabajadores, con elevadas tasas, no sólo de desempleo sino de informalidad,
una alta proporción de mano de obra con bajos niveles de ingresos y una marcada
desigualdad entre diferentes grupos, que afecta particularmente a las mujeres,
a los indígenas y a los jóvenes.
En
un país de 112 millones de habitantes, hay 52 millones de mexicanos en pobreza,
según datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política del Desarrollo
Social (CONEVAL). Estas cifras negativas revelan no únicamente la tendencia a
la baja generalizada en los ingresos, sino el fracaso del modelo económico y el
mediocre crecimiento en la economía nacional, que en los últimos años ha sido
inferior al dos por ciento anual.
Con
52 millones de pobres, México se convierte en uno de los países con mayor
desigualdad a nivel mundial, ya que un 46.2 por ciento de los mexicanos están
por debajo de la línea de pobreza establecida en la medición oficial por el CONEVAL.
Para muestra ahí tenemos los bajos salarios y el aumento en la informalidad del
mercado laboral.
La
desigualdad tiene un carácter multidimensional, cuya expresión más flagrante es
en el ámbito económico, que además se refleja en términos de territorios,
etnicidad, género y por consiguiente, en una profunda estratificación del
ejercicio de los derechos ciudadanos caracterizado por el rezago y la
discriminación social.
Las
autoridades de los tres órdenes de gobierno, deben atender esta problemática
con mayor responsabilidad pues sólo mediante la educación mejorará la situación
económica de los mexicanos en pobreza, y no regalándoles despensas, láminas,
cemento o medicinas. Sólo cuando mejore el nivel educativo en regiones
excluidas y pobres, estas entidades producirán riqueza.
En
el contexto que vive México y frente a la innegable preocupación que existe por
una realidad que a todos inquieta, como es la presencia y utilización de niños
y jóvenes por parte del crimen organizado, temas como el empleo, la pobreza, el
desarrollo infantil, la equidad de género y la seguridad pública, van de la
mano. Por ello, es importante que México fortalezca sus políticas públicas para
mejorar el bienestar de las familias y los niños.
Las
acciones que el Estado emprenda para
combatir la pobreza no es cuestión de caridad, sino en la obligación que tiene
que asumir en virtud del reconocimiento de los derechos humanos y necesitamos
en el país una visión más amplia, para dar un giro estratégico que consista en
centrar en este esfuerzo una visión de largo plazo y la clase política da
evidencia de su alejamiento con la ciudadanía para garantizar el bienestar, la
justicia, el orden y la paz.
En México se
necesita una visión diferente y una política pública que ataque las causas: una
educación de calidad, es tarea pendiente en el país. No se trata solamente del
hecho de acceder a un aula de clases. Lo confirma el pobre desempeño académico en evaluaciones
internacionales –por debajo del ingreso per cápita-, como el Programa de
Evaluación Internacional de Estudiantes (PISA, según siglas en inglés) de la Organización
para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE).
Cómo hablar de
competitividad, cuando lejos estamos de una inversión económica y social que se
enfoque en mejorar las oportunidades educativas entre los más humildes. Es
preciso ir más allá, ¿necesitamos más datos?
REFLEXIÓN
Los
riesgos son tan potenciales y la polarización política será siempre un
obstáculo fundamental en para el desarrollo del país y de Tabasco.
E-mail:
guillermoars@gmail.com
Twitter:
@pumamemo
No hay comentarios:
Publicar un comentario