lunes, 23 de julio de 2012

LA ALTERNANCIA EN TABASCO ¿Y AHORA QUÉ?


Con la derrota electoral del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en Tabasco, la coalición de izquierda encabezada por el Partido de la Revolución Democrática (PRD) logró no sólo la alternancia en la gubernatura, sino también ganó diez de los diecisiete municipios de la entidad, mayoría en el Congreso local, las seis diputaciones federales y las dos senadurías.

Con una mayoría perredista -en la nueva integración legislativa-, habrá siete grupos parlamentarios; uno más de los seis que tienen representación actualmente en el Congreso del Estado. Asimismo, ahora el PRI contará con sólo siete legisladores, el Partido Acción Nacional (PAN) dos, el Partido del Trabajo uno, Movimiento Ciudadano uno, el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) uno y el Partido Nueva Alianza (PANAL) uno.

¿Cuál debe ser la propuesta legislativa para Tabasco en los próximos años? Ésta debe comprender cuatro ejes rectores: seguridad social; seguridad económica; seguridad pública y derechos humanos y; desarrollo sustentable y seguridad ambiental.

La LXI Legislatura del Congreso del Estado que entrará en funciones el primero de enero de 2013 tendrá la oportunidad de retomar algunas de las numerosas  leyes que se quedarán en la congeladora.

Por una parte, la agenda legislativa del Partido de la Revolución Democrática (PRD) ha planteado en los últimos años en Tabasco una reforma política, que incluya la figura de revocación de mandato. Ahora este partido político ya en el gobierno, deberá analizar la conveniencia o no para sus intereses de consolidar esta propuesta.

Hay temas de mayor urgencia o necesidad para el estado, de acuerdo a las inquietudes y necesidades de la sociedad, tal es el caso de una reforma electoral, en la designación de los consejeros electorales y de los órganos autónomos constitucionales. Asimismo, en materia de seguridad pública, procuración y administración de justicia.

En este orden de ideas, la fracción parlamentaria del PRD, deberá redoblar esfuerzos para que Tabasco adapte su legislación e instituciones al nuevo sistema penal acusatorio y oral -aprobado en el orden federal en junio de 2008-, cuyo plazo de transición constitucional es de 8 años a las entidades federativas para la implantación del nuevo sistema procesal penal acusatorio.

Conjuntamente, resalta la importancia de que las instituciones encargadas de combatir el crimen organizado se actualicen, conozcan y adopten nuevas herramientas contra los delitos de carácter federal y del fuero común, en su caso en el marco de esta nueva configuración del sistema de justicia penal. En este sentido, el sistema de administración de justicia, deberá repetir las actualizaciones pertinentes vinculadas al tema.

En este ámbito, aún queda pendiente que la LX Legislatura suba al Pleno para su aprobación, la Ley de Justicia Alternativa -presentada desde el 26 de marzo de 2010 por el titular del Poder Ejecutivo-, el nuevo Código Procesal Penal Acusatorio y Oral para el Estado de Tabasco. Así como la Ley de Ejecución de Sanciones Penales y la Ley de Justicia para Adolescentes.

Ante esto y volviendo al tema del Congreso, urgen elementos que respalden e impongan mecanismos efectivos de registro, medición y difusión de las actividades de los legisladores y que vayan más allá de la simple contabilidad de acciones y eventos realizados. Por tanto, la LXI Legislatura deberá revisar la Ley Orgánica del Poder Legislativo y su reglamentación, ya que en los actuales términos, no hay plazos para el dictamen de iniciativas enviadas a comisiones; menos, monitoreo del trabajo legislativo.

Es complicado, pero las principales bancadas en el Congreso Local, deberán ponerse de acuerdo en cómo eliminar el rezago legislativo, para lograr la tan ansiada productividad que Tabasco requiere.

Ante este escenario, los próximos legisladores bien deberían atender una reforma integral al marco jurídico que regula la organización y funcionamiento del Congreso del estado, para profundizar en los impactos de la actividad legislativa y puedan los legisladores responder de forma efectiva, al papel que tiene el Poder Legislativo en el sistema político como garantes de la soberanía popular.

Recordemos que también están pendientes reformas a la Ley de Protección Ambiental, la Ley de los Trabajadores al Servicio del Estado y la Ley del Instituto de Seguridad Social del Estado de Tabasco, por citar algunas.

Además, deberán fortalecer el marco legal para seguir instrumentado medidas en la elaboración de planes de ordenamiento territorial y mecanismos institucionales que permitan una gestión más efectiva de las autoridades en los procesos de prevención, atención y reconstrucción, ante desastres naturales. Recordemos que este tema es concurrente en los tres órdenes de gobierno.

Ante la evidencia de que existe un marco jurídico con un amplio vacío en actividades específicas destinadas a la prevención de desastres, lo que reduce de manera operativa la eficacia de las prescripciones que derivan de estos planes. En Tabasco tenemos experiencia con las inundaciones y es obvia la reflexión que es necesario perfeccionar los mecanismos específicos en  la gestión y el manejo de los desastres naturales.

Allí están estos los déficits legales e institucionales, que también será tarea de los legisladores federales y que deberán atender.



REFLEXIÓN

El tiempo es sabio, pronto veremos el trabajo legislativo y sabremos cuántas leyes quedaron varadas, cuáles pudieron ser rescatadas, y sobre todo, quiénes sí cumplieron.

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