martes, 21 de mayo de 2013

BALANCE DE LA TRANSPARENCIA, ACCESO A LA INFORMACIÓN PÚBLICA Y FISCALIZACIÓN SUPERIOR EN TABASCO


El derecho a la información fue elevado a rango constitucional en 1977, cuando se agregó un párrafo al artículo sexto constitucional que señalaba que el derecho a la información sería garantizado por el Estado. Sin embargo, quedó durante veinte cinco años sin una ley efectiva que regulara este postulado constitucional y fue hasta julio de 2002, cuando fue promulgada la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental.
A partir de entonces, las entidades federativas comenzaron a legislar -en el ámbito local de su competencia sobre este rubro-, para emitir leyes locales que garantizaran este derecho de acceso a la información pública y transparencia gubernamental.
No obstante, el contenido de estas leyes no fue homogéneo, ya que el ciudadano tenía un derecho diferenciado en las entidades federativas e incluso había órganos garantes que no podían sancionar ni facultades vinculatorias, lo que hacía nugatorio el derecho de acceso a la información pública.
En su momento, esto significó que Tabasco se sumara a la avanzada del derecho de acceso a la información, con una serie de iniciativas que presentaron las diferentes fracciones de los partidos políticos a partir de 2002.
En 2006 se presentó la Iniciativa de la Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública del Estado Tabasco, la cual, sería promulgada el 10 de febrero de 2007. Sin embargo, esta legislación adolecía de algunos elementos que hicieran realmente efectiva la salvaguarda de este derecho y la rendición de cuentas.
Mediante la reforma constitucional del 22 de diciembre de 2007, se otorgó autonomía al Instituto Tabasqueño de Transparencia y Acceso a la Información Pública (ITTAIP), elevándose a rango constitucional el derecho a la información pública, estableciéndose así las bases mínimas para su ejercicio.
Otras reformas que se implementaron para consolidar la transparencia y la modernización administrativa en la entidad fue la Ley de Archivos Públicos del Estado de Tabasco -aprobada el 27 de diciembre de 2008-, pero que hasta el momento carece de reglamento, lo que ha reducido la posibilidad de avanzar sustancialmente hacia una mejor organización administrativa y agilizar el proceso de acceso a la información pública y rendir cuentas claras en la entidad.
Por lo que hace a los datos personales, en el país se está realizando un esfuerzo importante para su protección; poco a poco se han generado leyes para regular esa situación e incluso reformas a la Constitución Federal, con el propósito de controlar el uso indiscriminado de esta información.
Como hemos señalado, la rendición de cuentas es la obligación de dar cuenta y razón a la sociedad de los actos realizados por el mandato recibido y su reclamo se finca, en la búsqueda de la verdad sobre los asuntos que son de interés público. Por ello, la transparencia es un valor fundamental que nos permite ejercer plenamente nuestros derechos ciudadanos.
De tal forma, como un verdadero principio de eficiencia administrativa se identifica la rendición de cuentas, ya que la publicidad de la información se traduce en un mecanismo de supervisión ciudadana y de eficiencia de la actividad del Estado. Es decir, la transparencia implica la obligación de someter al escrutinio público la información de todos aquellos que manejan recursos públicos para que la sociedad evalúe su desempeño.
Por otra parte, hoy en día no podemos hablar de un gobierno transparente sin reclamar la rendición de cuentas clara y oportuna de quienes ejercen el poder. La adecuada rendición de cuentas debe sujetar el uso del dinero público a las disposiciones legales y óptimos estándares de desempeño.
En el cumplimiento de las obligaciones de transparencia es menester señalar que no es suficiente publicar datos en los portales de Internet. El esquema de transparencia debe operar en dos vías: el derecho a recibir información, pero también la obligación de divulgarla y explicar su contenido.
La necesidad de construir gobiernos eficaces que complementen la democracia electoral con un impulso decidido en la transparencia y rendición de cuentas, constituye una premisa fundamental de la reforma del Estado y que en Tabasco debe ser prioridad.
La política desde el pensamiento clásico, no solo significa diálogo y tolerancia de las ideas de otros, sino también espíritu de cambio, aplicación de la ley y apertura ante la sociedad. Los gobiernos que no aceptan rendir cuentas para ser fiscalizados, los que rechazan la transparencia y la medición de resultados, tienden a ser gobiernos antidemocráticos con altos niveles de corrupción.
La corrupción y la impunidad son elementos inherentes a una cultura patrimonialista, que obstaculiza el proceso de transición de una democracia electoral a una democracia representativa y participativa.
Tabasco no pude retroceder en cuanto a la cultura de transparencia entre las autoridades públicas y la sociedad, pues ello como he sostenido, aporta mayor calidad al ejercicio cotidiano de la democracia en la entidad. Precisamente, un gobierno que ve más allá de los mínimos en la entrega de información, incrementa su utilidad social y produce valor agregado a los fines públicos.
Debe quedar claro y con copia al gobierno estatal, que una mayor autonomía de los órganos responsables de la transparencia y de la fiscalización superior, fortalece la actuación de los poderes públicos. De la misma forma que una actuación más independiente de las instancias judiciales fortalece el Estado de Derecho.
Por lo expuesto, debe también dotarse un nuevo marco jurídico que norme la actuación del Órgano Superior de Fiscalización (OSF) y garantice a la ciudadanía la neutralidad que esta institución requiere, con el fin de evitar presiones políticas de interés partidista. En razón que la transparencia, la rendición de cuentas y la fiscalización superior, constituyen un trinomio inseparable que debemos arraigar en la cultura democrática de nuestro estado, en beneficio de los ciudadanos.
Para lograrlo, gobierno y sociedad deben darse cuenta que el verdadero cambio no está solamente en las leyes o en el partido que gobierne, sino también en la conciencia de todos los tabasqueños.
 
Reflexión
El combate a la corrupción es una lucha por la ética política y la moral pública que deben de imperar en todos los ámbitos de la gestión gubernamental y de la sociedad, en su conjunto. No resulta ocioso invocar las palabras de Santo Tomás de Aquino, cuando decía que el rencor de los pueblos contra la corrupción de un régimen, dura más tiempo que su gratitud por los beneficios que recibieron de él.
Respecto a los escándalos de corrupción, hay que dejar claro que la ética política y la moral pública requieren correspondencia. Un gobierno corrupto no podría subsistir si tenemos una sociedad honesta y de igual forma, ningún gobierno podría ser honesto si la sociedad tolera y acepta la corrupción.
E-mail: guillermoars@gmail.com
Twitter: @pumamemo

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