miércoles, 17 de octubre de 2012

EDUCACIÓN, ESCASAS LUCES

Inicio estas líneas con un cuestionamiento, ¿tienen los partidos políticos verdadera convicción de que la educación será la vía de crecimiento de México?
 
 
 
El problema, precisamente es que nada resuelve el gobierno mexicano y transcurren los años, cambian las administraciones, aumentan los discursos, crece la corrupción, se incrementa la violencia y la inseguridad, el número de desempleados y subempleados, se robustece el secuestro sindical del sector educativo y se debilita estructuralmente la educación en el país.
 
 
Las miradas señalan al final temas pendientes para una agenda nacional en materia legislativa, institucional y de política pública a la educación. Precisamente, sin educación de calidad no habrá ninguna claridad para el inmediato futuro del país; esa es la peor violencia contra niños, niñas y adolescentes. 
 
Es imperativo apuntalar a la educación en el país como palanca del desarrollo y no podemos bajar la guardia en este tema. Quienes tienen el privilegio de ser docentes tienen la responsabilidad de enseñar a los niños y jóvenes que, más allá de la ciencia o de la técnica que dominen, deben sentir afecto, cercanía, contacto y preparación en las áreas humanistas, y transmitir a los estudiantes los valores laicos y cívicos.
 
Si a esta problemática le agregamos, los elevados índices de desempleo y que el mercado laboral, se encuentra en situación desesperada, el panorama no es muy esperanzador. No olvidemos que el desempleo desalienta a los estudiantes y prueba de ello es el número de jóvenes en México que no estudian ni trabajan, los famosos ‘ninis’.
 
 
 
Llega tal información a los jóvenes sobre la falta de empleo que afecta el interés de los estudiantes. Además, por su naturaleza, los programas de estudio tienen tal rigidez que terminan siendo aburridos, obsoletos e ineficaces. Por tanto, la innovación es la clave.
 
El desempleo tendrá repercusiones sociales a largo plazo y la juventud es la más afectada, no sólo porque se queda sin empleo y pierde sus ingresos, sino porque los daños son de larga duración. Pues por la falta de empleo, el desarrollo económico se paraliza y se daña la seguridad social.
 
 
 
Para ejemplificar este punto cifras oficiales y de organismos internacionales detallan acerca del deterioro social: 44.23 por ciento de habitantes se encuentran en pobreza multidimensional; 23 millones tienen rezago educativo: 43.4 millones no tienen acceso a servicios de salud, y 68.9 millones a seguridad social.
 
Otro ejemplo -según datos de la Organización de las Naciones Unidas-, en México existe fuga de cerebros del 14.3 por ciento, el tercer lugar entre los países de América Latina.
 
Por lo anterior, ¿alguien duda que cobra una relevancia decisiva el factor educativo? Por ello es un tema indispensable, si aspiramos a alcanzar, o al menos a rozar, la igualdad y el desarrollo de nuestro país. Solamente la refundación de México se puede dar a través de la educación. ¡Hay que persistir!
 
Twitter: @pumamemo
 
 
 
 
 
 

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