Aunque nadie quiere problemas con el fisco, en
nuestro sistema tributario siempre se van poniendo más requisitos que son
necesarios cumplir para no tener problemas con la autoridad. Sin embargo, el
tema de los impuestos es sensible y muchos buscan la manera de reducir sus obligaciones a través de la
deducción de gastos y otros mediante la elusión de impuestos.
Sabemos que la evasión fiscal ha estrechado la base
tributaria del país de manera significativa. Por ello, México presenta tres
grandes desafíos urgentes de atender en materia fiscal como son: 1) el
crecimiento en pensiones y deudas contingentes es insostenible; 2) los amplios
niveles de informalidad en la economía por el alto costo de la formalidad y; 3)
el desequilibrio entre la responsabilidad de recaudación y la disposición de
recursos para el gasto.
¿Qué representan los retos
anteriores? Como consecuencia nuestro país necesita recaudar más y mejor, ya que su estructura
tributaria se caracteriza por una baja recaudación, pues sólo en 2010 los
ingresos fiscales representaron 18 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB),
en contraste con el promedio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo
Económico (OCDE), que fue de 33.8 por ciento.
Se necesita recaudar más y mejor para fortalecer la
participación del Estado en el financiamiento nacional mediante el ejercicio
del gasto público, y para ello hay que plantearse la pertinencia de modificar
el sistema tributario actual. Precisamente, el gobierno ve limitada su
capacidad de acción debido a un nivel bajo de recaudación tributaria que le
hace imposible invertir en infraestructura y para financiar programas sociales.
El índice de cumplimiento obligatorio en materia
tributaria es bastante bajo en México. Asociado a la evasión y elusión fiscal, tenemos
una administración tributaria débil con una baja capacidad de recaudación, en
particular en los estados y municipios.
Por citar un ejemplo, en el caso de Tabasco es uno
de los estados con menor autonomía fiscal. Del total de sus ingresos sólo el
tres por ciento proviene de fuentes propias, situación que lo hace dependiente
por completo de las transferencias de la Federación. Por ello, resulta importante
reformar el sistema de financiamiento de los estados y el federalismo fiscal.
Además, el régimen fiscal es complejo y presenta
distorsiones asociadas a los tratamientos especiales, exenciones y deducciones,
lo que crea un círculo vicioso que limita el desarrollo nacional y la
competitividad.
El tema de reducir el grado de incumplimiento
fiscal del sistema tributario va asociado con el de la construcción de un
gobierno moderno, ágil y transparente con finanzas públicas sanas, porque también
implica generar confianza social mediante mecanismos puntuales de rendición de
cuentas y acceso a la información pública. ¿Acaso no siempre nos preguntamos sobre
el destino de los impuestos que pagamos?
Además, se encuentra el tema de la socialización en materia tributaria,
pues es indispensable promover entre los ciudadanos la cultura de la
contribución, que permita disponer de mayores recursos económicos para atender
la demanda social. Pero de igual modo, instrumentar políticas modernas de
recaudación, simplificadas y eficientes, que incrementen el esfuerzo fiscal y
mejoren el servicio a los contribuyentes.
Es preciso el fortalecimiento
de las finanzas públicas mediante esquemas de recaudación efectivos y sobre
todo, alcanzar un ejercicio eficiente del gasto público que otorgue mejores
beneficios a la sociedad y en especial, impulsar políticas transparentes
para ejercer de manera racional el gasto público.
Necesariamente, la política tributaria debe coadyuvar a disminuir
la desigualdad que sufre el país, pues México necesita cerrar la brecha en la
distribución de ingreso e incrementar su clase media. Por ejemplo, las tasas de
desigualdad y pobreza en el país, se encuentran entre las más altas de los
países miembros de la OCDE.
La
reforma hacendaria que están cocinando los partidos políticos tiene entre sus fundamentos aumentar la capacidad
recaudatoria, previendo establecer nuevos impuestos e incrementar los ya
existentes para lograr una mayor recaudación fiscal. En este sentido, la OCDE ha propuesto aplicar más impuestos
en México.
No obstante,
en un buen sistema impositivo, una gran proporción de los ingresos tributarios
totales proviene de pocos impuestos, con tasas impositivas reducidas y
uniformes.
En nuestro país existen diferentes tipos de impuestos, los federales,
estatales y locales. Los más importantes en México son: el Impuesto Sobre la
Renta (ISR), el Impuesto al Valor
Agregado (IVA) y el Impuesto Empresarial a Tasa Única (IETU), considerados así
ya que son los que generaran una mayor cantidad de ingreso. Paradójicamente,
las personas físicas son las que pagan más ISR. A pesar de que la tasa del
impuesto es del 30 por ciento, las empresas tienen mayores deducciones, además
de gozar de estímulos y facilidades de pago por parte de la autoridad
recaudadora.
Esta
situación resulta similar con el IVA, cuya tasa general es del 16 por ciento,
pero únicamente las empresas tienen exenciones del mismo, ya que el Sistema de
Administración Tributaria (SAT) se los devuelve. Por ejemplo, en el primer
trimestre de 2013, Hacienda regresó más de
53 mil millones de pesos por este concepto a grandes contribuyentes.
REFLEXIÓN
Otro
de los problemas importantes, es la baja capacidad para generar ingresos
tributarios que por décadas han sido compensados con los ingresos petroleros
que representan un tercio del total de los ingresos federales. En el caso de
PEMEX, la paraestatal aporta al erario casi el doble de lo recaudado por el
ISR, cuya mayor proporción proviene de los gravámenes al salario, por lo que inducir su asociación con
capitales privados nacionales y extranjeros implicaría, simultáneamente,
desgravar a esa empresa y elevar los impuestos.
Por otra parte, el respeto de
los derechos humanos y garantías de los contribuyentes corresponde a las
autoridades fiscales. No obstante, comúnmente son pasados por alto y vulnerados
ampliamente por los servidores públicos fiscales.
Ahora
en Tabasco, existe una ventana a favor del ciudadano para que pueda resolver
sus dudas e incluso para lograr la protección de sus derechos humanos como
contribuyente, como lo es la delegación estatal de la Procuraduría de la
Defensa del Contribuyente o PRODECON, según sus siglas.
E-mail: guillermoars@gmail.com
Twitter: @pumamemo
No hay comentarios:
Publicar un comentario