miércoles, 24 de julio de 2013

POLÍTICA FISCAL, CLAVE PARA DINAMIZAR EL CRECIMIENTO


Aunque nadie quiere problemas con el fisco, en nuestro sistema tributario siempre se van poniendo más requisitos que son necesarios cumplir para no tener problemas con la autoridad. Sin embargo, el tema de los impuestos es sensible y muchos buscan la manera de  reducir sus obligaciones a través de la deducción de gastos y otros mediante la elusión de impuestos.

Sabemos que la evasión fiscal ha estrechado la base tributaria del país de manera significativa. Por ello, México presenta tres grandes desafíos urgentes de atender en materia fiscal como son: 1) el crecimiento en pensiones y deudas contingentes es insostenible; 2) los amplios niveles de informalidad en la economía por el alto costo de la formalidad y; 3) el desequilibrio entre la responsabilidad de recaudación y la disposición de recursos para el gasto.

¿Qué representan los retos anteriores? Como consecuencia nuestro país necesita recaudar más y mejor, ya que su estructura tributaria se caracteriza por una baja recaudación, pues sólo en 2010 los ingresos fiscales representaron 18 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), en contraste con el promedio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que fue de 33.8 por ciento.

Se necesita recaudar más y mejor para fortalecer la participación del Estado en el financiamiento nacional mediante el ejercicio del gasto público, y para ello hay que plantearse la pertinencia de modificar el sistema tributario actual. Precisamente, el gobierno ve limitada su capacidad de acción debido a un nivel bajo de recaudación tributaria que le hace imposible invertir en infraestructura y para financiar programas sociales.

El índice de cumplimiento obligatorio en materia tributaria es bastante bajo en México. Asociado a la evasión y elusión fiscal, tenemos una administración tributaria débil con una baja capacidad de recaudación, en particular en los estados y municipios.

Por citar un ejemplo, en el caso de Tabasco es uno de los estados con menor autonomía fiscal. Del total de sus ingresos sólo el tres por ciento proviene de fuentes propias, situación que lo hace dependiente por completo de las transferencias de la Federación. Por ello, resulta importante reformar el sistema de financiamiento de los estados y el federalismo fiscal.

Además, el régimen fiscal es complejo y presenta distorsiones asociadas a los tratamientos especiales, exenciones y deducciones, lo que crea un círculo vicioso que limita el desarrollo nacional y la competitividad.

El tema de reducir el grado de incumplimiento fiscal del sistema tributario va asociado con el de la construcción de un gobierno moderno, ágil y transparente con finanzas públicas sanas, porque también implica generar confianza social mediante mecanismos puntuales de rendición de cuentas y acceso a la información pública. ¿Acaso no siempre nos preguntamos sobre el destino de los impuestos que pagamos?

Además, se encuentra el tema de la socialización en materia tributaria, pues es indispensable promover entre los ciudadanos la cultura de la contribución, que permita disponer de mayores recursos económicos para atender la demanda social. Pero de igual modo, instrumentar políticas modernas de recaudación, simplificadas y eficientes, que incrementen el esfuerzo fiscal y mejoren el servicio a los contribuyentes.

Es preciso el fortalecimiento de las finanzas públicas mediante esquemas de recaudación efectivos y sobre todo, alcanzar un ejercicio eficiente del gasto público que otorgue mejores beneficios a la sociedad y en especial, impulsar políticas transparentes para ejercer de manera racional el gasto público.

Necesariamente, la política tributaria debe coadyuvar a disminuir la desigualdad que sufre el país, pues México necesita cerrar la brecha en la distribución de ingreso e incrementar su clase media. Por ejemplo, las tasas de desigualdad y pobreza en el país, se encuentran entre las más altas de los países miembros de la OCDE.

La reforma hacendaria que están cocinando los partidos políticos tiene entre sus fundamentos aumentar la capacidad recaudatoria, previendo establecer nuevos impuestos e incrementar los ya existentes para lograr una mayor recaudación fiscal. En este sentido, la OCDE ha propuesto aplicar más impuestos en México.

No obstante, en un buen sistema impositivo, una gran proporción de los ingresos tributarios totales proviene de pocos impuestos, con tasas impositivas reducidas y uniformes.

En nuestro país existen diferentes tipos de impuestos, los federales, estatales y locales. Los más importantes en México son: el Impuesto Sobre la Renta  (ISR), el Impuesto al Valor Agregado (IVA) y el Impuesto Empresarial a Tasa Única (IETU), considerados así ya que son los que generaran una mayor cantidad de ingreso. Paradójicamente, las personas físicas son las que pagan más ISR. A pesar de que la tasa del impuesto es del 30 por ciento, las empresas tienen mayores deducciones, además de gozar de estímulos y facilidades de pago por parte de la autoridad recaudadora.

Esta situación resulta similar con el IVA, cuya tasa general es del 16 por ciento, pero únicamente las empresas tienen exenciones del mismo, ya que el Sistema de Administración Tributaria (SAT) se los devuelve. Por ejemplo, en el primer trimestre de 2013, Hacienda regresó más de  53 mil millones de pesos por este concepto a grandes contribuyentes.

REFLEXIÓN

Otro de los problemas importantes, es la baja capacidad para generar ingresos tributarios que por décadas han sido compensados con los ingresos petroleros que representan un tercio del total de los ingresos federales. En el caso de PEMEX, la paraestatal aporta al erario casi el doble de lo recaudado por el ISR, cuya mayor proporción proviene de los gravámenes al salario, por lo que inducir su asociación con capitales privados nacionales y extranjeros implicaría, simultáneamente, desgravar a esa empresa y elevar los impuestos.

Por otra parte, el respeto de los derechos humanos y garantías de los contribuyentes corresponde a las autoridades fiscales. No obstante, comúnmente son pasados por alto y vulnerados ampliamente por los servidores públicos fiscales.

Ahora en Tabasco, existe una ventana a favor del ciudadano para que pueda resolver sus dudas e incluso para lograr la protección de sus derechos humanos como contribuyente, como lo es la delegación estatal de la Procuraduría de la Defensa del Contribuyente o PRODECON, según sus siglas.

 

 

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