Al ser
septiembre el mes patrio, es una ocasión especial para sensibilizarnos del
México y el Tabasco que queremos construir. Si un servidor público de cualquier
nivel, no está convencido de que la transparencia
y el acceso a la información pública
son de las grandes perrogativas de la democracia, no habrá un cambio real
en la forma de actuar de los gobiernos. La alternancia
política en Tabasco nos plantea el reto del fortalecimiento de la democracia y el combate a la corrupción.
La transparencia, en términos de nuestra
ley, se define como la práctica
democrática de poner a disposición de las personas, detalles sobre el
quehacer gubernamental sin que medie solicitud alguna. En este orden de ideas,
la rendición de cuentas representa
un elemento que busca la eficiencia en la gestión estatal y refrenda la
confianza de la ciudadanía en sus instituciones.
Partiendo de la
idea que los partidos políticos durante
los últimos años se encuentran en crisis, es importante subrayar la relación de
éstos con el proceso democratizador y la imperiosa necesidad de que, como ciudadanos, seamos quienes impulsemos
un cambio real en la forma que el gobierno actúa. De hecho, este es una de las
grandes atributos de la democracia:
la posibilidad tangible de inferir en la toma de decisiones y el
direccionamiento de las políticas, programas y estrategias de carácter público.
Esto va ligado
al tema de la corrupción, ya que
existe en nuestro país la percepción de que es uno de los mayores flagelos que
nos afectan, lo que se pone en evidencia al manifestarse una actitud de
indiferencia y hasta desprecio hacia las instituciones públicas, los políticos,
los funcionarios públicos y las estructuras de representación popular.
Paralelamente, se ha venido fomentando una irresponsabilidad
colectiva, muy peligrosa, también producto de la creciente impunidad,
también se ha venido haciendo costumbre, entre los ciudadanos, creer necesario
integrarse a las acciones corruptas, lo que al pasar los años y no condenarse a
los culpables, al prevalecer la impunidad, genera antivalores, principalmente
el odio, la envidia y la deshonestidad.
La ley es un instrumento valioso que se
constituye para privilegiar la paz y convivencia armoniosa entre las personas,
así como la certeza y seguridad jurídica,
pero no es la panacea que ofrecerá soluciones en automático a nuestros
problemas, ya que se requiere fomentar valores ciudadanos de responsabilidad.
Hago hincapié en la necesidad de fomentar valores fundamentales como la
honestidad, la disciplina y el respeto. También es trascendental fortalecer la cultura política democrática,
la equidad y la formación ciudadana de respeto a las leyes.
Atendiendo al análisis local de la exigencia
para todo gobierno, respecto al problema de la transparencia y el acceso a
la información pública, si
bien, es importante facilitar que toda persona conozca más acerca de los
asuntos de gobierno que competen a los ámbitos estatal y municipal, como son el
gasto, los programas de inversión para el desarrollo económico y social, o la
estructura administrativa de cada dependencia en sus tres niveles y los tres
poderes del estado, la política de
transparencia no se debe limitar a
cumplir las normas mínimas de la
entrega de información.
En Tabasco, aún no se ha
logrado que los sujetos obligados comprendan que una política de transparencia
es intrínseca a las instituciones para que puedan cumplir sus propósitos a
cabalidad, pues un gobierno que ve más
allá de los mínimos en la entrega de información, incrementa la utilidad social
y produce valor agregado a los fines públicos.
Una política de transparencia cosmética,
que sólo busca visibilidad pública sin modificar la forma en que se produce y
utiliza la información, es por definición insubstancial. En tanto que, una política de transparencia cierta, es
aquella que logra cambiar las rutinas y
las inercias de la burocracia, que asume los valores estratégicos de la información, es útil y valiosa por
definición.
Los tabasqueños hemos esperado que la transparencia,
el derecho de acceso a la información pública y la protección de datos
personales avancen progresivamente hacia nuevos tiempos en los que la opacidad
sea sólo referencia del pasado.
La idea de que un gobierno sería el impulsor de un
cambio, fue lo que se vendió a los votantes en la elección local de julio de
2012 y que hasta el momento no ha rendido los resultados esperados para muchos
tabasqueños. Ello nos obliga a los ciudadanos a tomar las riendas de los temas
que nos deben importar a todos, como es la forma en que se ejerce el gasto
público, así como la evaluación del desempeño del gobierno estatal y los
diecisiete ayuntamientos.
A partir de
estas ideas, radica la importancia de la transparencia y rendición de cuentas. Como
he expuesto, no es suficiente publicar
datos, sino que los sujetos obligados pongan efectivamente en sus portales
de Internet, información auténtica,
visible y de fácil acceso que la legislación describe como Información
Mínima de Oficio.
Adicionalmente, aún presentamos graves deficiencias
para que cualquier ciudadano pueda tener libre acceso a presentar una solicitud
de información. Las trabas van desde
la forma en cómo presentar una solicitud
de información, el cobro por la
información, el tiempo que tardan en
resolver un recurso de queja o de revisión y hasta la falta de sanciones efectivas que hay en contra de quienes incumplan con
la ley de transparencia.
En relación a las sanciones, la legislación local establece las de tipo
penal, pero en el caso del Instituto
Tabasqueño de Transparencia y Acceso a la Información Pública, que no es un
órgano auditor ni fiscalizador, sino garante
del ejercicio del derecho de acceso a la información y de la protección de
datos personales, así como del cumplimiento de las obligaciones de
transparencia, se ve disminuida su capacidad
sancionadora en contra los funcionarios incumplidos.
De tal forma, el
debate sobre la transparencia y la información pública debe incorporarse
de forma tangible en la agenda de la
política pública del Estado y a su vez, ante esta nueva realidad, se
incorpore a la dinámica del funcionamiento
y desempeño de los aparatos gubernamentales.
No hay reglas
suficientemente claras de cumplimiento obligatorio, en relación con la rendición de cuentas. Por tanto, surge
la urgencia, demanda y necesidad de construir
instituciones más eficaces para promover la transparencia y de realizar ajustes
a los aparatos burocrático-organizativos y en los procesos de gestión y
administrativos, del gobierno estatal y los ayuntamientos, para atender
estas exigencias.
En el cumplimiento de las obligaciones de
transparencia, insisto en señalar que no es
suficiente publicar datos en los portales de Internet. El esquema de
transparencia debe operar en dos vías: el derecho a recibir información, pero
también la obligación de divulgarla y explicar su contenido. De tal forma, la necesidad de construir gobiernos eficaces que
complementen la democracia electoral con un impulso decidido en la
transparencia y rendición de cuentas, constituye una premisa fundamental de la
reforma del Estado y que en Tabasco debe ser prioridad.
Tabasco no puede darse
el lujo de retroceder en cuanto a la cultura de transparencia y rendición de cuentas entre las
autoridades públicas y la sociedad, pues ello aporta mayor calidad al ejercicio cotidiano de la democracia.
Como subrayé anteriormente, un gobierno que ve más allá de los mínimos en la
entrega de información, incrementa su utilidad
social y produce valor agregado a los fines públicos; los
gobiernos son facilitadores para que los ciudadanos ejerzan sus derechos y a su
vez, las instituciones públicas identifiquen y recojan los planteamientos,
problemas, necesidades y propuestas de la ciudadanía, no para obstaculizarlos. Aquí
radica la importancia de la participación
ciudadana en los procesos de transparencia y en la definición de políticas
públicas. Pero para ello, también es importante la función de un gobierno abierto y con compromiso social
hacia la transparencia y el acceso a la información pública.
Desde
esta tribuna realizó un respetuoso exhorto a fortalecer las bases en materia de
transparencia e insto a las autoridades a aprobar leyes y reglamentos que
incidan a favor de lograr que en Tabasco
se dé cuenta de una transparencia radical, con sustento en una democracia
participativa y deliberativa.
REFLEXIÓN
La transparencia
gubernamental es condición de la democracia, por lo que insto a usted
apreciable lector, a actuar a favor de consolidar estos procesos en la nueva
institucionalidad del Estado Mexicano, en sinergia entre sociedad y leyes,
exhortando a que la ética pública impere y que la democracia en su más amplia
acepción haga el reflejo en nosotros de su imagen; un Tabasco digno, justo y renovado, un estado que le devuelva a los
tabasqueños el valor de la coexistencia pacífica, la certidumbre y la esperanza.
No esperemos que
por generación espontánea o concesión graciosa, cambie la forma de actuar de
los gobiernos, seamos los ciudadanos quienes emprendamos ese cambio. Tengo fe
en que los tabasqueños habremos de dejar viejos paradigmas y cambiarlos por una
actitud protagonista, constructiva y positiva.
E-mail:
guillermoars@gmail.com
Twitter:
@pumamemo
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