martes, 27 de marzo de 2012

2012, VALOREMOS NUESTRO SUFRAGIO

2012 es año electoral para México y una fecha de coyuntura en la lectura del análisis político, que coloca a las autoridades de los distintos niveles de gobierno ante un cúmulo de cuestionamientos y responsabilidades ineludibles que atender.

La situación es delicada, producto además de la crisis que se ha vivido en las últimas tres décadas y el empobrecimiento generalizado, que se agrava con el incremento de la delincuencia y la violencia.

La sociedad mexicana es una sociedad desigual, de graves injusticias y marginaciones internas manifestadas en polarización social, exclusión de los más indefensos e inestabilidad laboral.

Ahora a ello, puede sumarse, una menor capacidad en las recientes administraciones para asegurar el bienestar de la población, ni el oficio para sacar al país del estancamiento económico, pese a los esfuerzos de la política de desarrollo social.

En un país de 112 millones de habitantes, la pobreza pasó de 48.8 a 52 millones, según datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política del Desarrollo Social (Coneval). Estas cifras negativas revelan no únicamente la tendencia a la baja generalizada en los ingresos -debido a la crisis financiera internacional y el aumento en los precios de los alimentos-, sino el fracaso del modelo económico y el mediocre crecimiento en la economía nacional, que en los últimos años ha sido inferior al dos por ciento anual.

Con 52 millones de pobres, México es uno de los países con mayor desigualdad a nivel mundial, ya que un 46.2 por ciento de los mexicanos están por debajo de la línea de pobreza establecida en la medición oficial por el Coneval. Para muestra ahí tenemos los bajos salarios y el aumento en la informalidad del mercado laboral.

Los riesgos son tan potenciales, debido a las inconformidades del pueblo por la crisis económica tan aguda que se vive. De tal forma, la clase política debe mostrar mayor sensibilidad para atender las dificultades que se tienen, porque el Estado da evidencia de su alejamiento con la ciudadanía para garantizar el bienestar, la justicia, el orden y la paz.

El pretender hacer como que hace sin hacer nada no equivale a gobernar, equivale a eludir las obligaciones propias del  encargo y ser un mal gobernante. En este orden de ideas, la economía del país presenta diversos grados de concentración y privilegios que frenan el ritmo de su conversión y modernización, así como reducir los desequilibrios regionales.

Esta disparidad, ha impactado de manera decisiva a las entidades federativas en el ámbito económico y que en lo inmediato, les está llevando a replantear el presupuesto de este 2012, pues al ser el ‘año de Hidalgo’, sencillamente escasean los recursos para la instrumentación de programas ya presupuestados.

En el plano doméstico, Tabasco necesita sumar esfuerzos de todos para obtener buenos resultados y el proceso electoral de 2012 debe ser no sólo democrático, pues su éxito debe ser resultado del oficio político de todos y cada uno de sus protagonistas. Hay muchas cuestiones internas que en los partidos políticos no fueron considerados oportunamente y actualmente, hemos sido testigos de reacomodos en las dirigencias y control de daños. 

A principios de ese año refería en un artículo publicado, que las evidencias del peligro de división siempre se encontrarán latentes en los procesos internos de selección de candidatos. Pero si a ello, le añadimos el relajamiento en los controles del proceso electoral al interior de los partidos políticos y la falta de liderazgo, los intereses se tornan más difíciles de conciliar y por esta razón, las deserciones.

Pero debo precisar, que en ningún partido político, es imposible la vida de corrientes, ahí radica la fuerza de grupos de poder, e incluso, la herencia de la tradición clientelar en el sistema político mexicano.

De tal forma, hemos como referí en octubre de 2011, se requiere de la legalidad interna para fortalecimiento de los partidos políticos y garantizar liderazgos reales”. Esta consideración toma suma importancia ante el cada vez más constante fenómeno de la judicialización de política electoral que ha tenido altos costos a las organizaciones políticas.

Sin embargo, algunos partidos políticos parece que ya lo han comprendido y han rectificado el camino, conscientes que un liderazgo político no divide sino suma propuestas, encamina y delega responsabilidades.

Por lo expuesto anteriormente, el liderazgo requiere una identidad nítida basada en valores y en ideas, aunado a un proyecto político. De tal forma, pienso que no debemos concebir la democracia como un objetivo exclusivo a los partidos políticos, porque la democracia real moderna no es tema exclusivo de la dinámica del sistema político de la democracia representativa. Ya que existen otras formas de desarrollar política e incluso de ideologización con la finalidad que los ciudadanos conquisten su participación directa en el ejercicio del poder.

En este contexto, las fuerzas políticas deben ser promotoras del bienestar en la entidad. De sobra sabemos el estado de cosas que guarda Tabasco y lo que falta por hacer. Los partidos políticos no pueden negarse la apertura a la vida democrática pese a la existencia natural de relaciones oligárquicas.

¿El sistema político mexicano está agotado? Estoy convencido de que es necesaria una reforma constitucional integral, donde se dé una reducción gradual de poderes metaconstitucionales del Ejecutivo federal y de los gobernadores, y la necesidad de implementar nuevas fórmulas de gobierno para la transición democrática que ha sido interrumpida en el país. No se trata de modificar todo, sino avanzar en una reforma del régimen político y no concentrar únicamente esfuerzos en la simple alternancia y mantener el mismo orden social.

No obstante, con todo lo imperfecto que es la democracia mexicana, sí ofrece canales civilizados para canalizar esas inconformidades políticas y sociales que pueda existir en el país, pero el Estado debe mandar señales claras y definitivas. Los partidos políticos deberán hacer compromisos políticos y programáticos, para que los electores sepan por quién votar, si es que aún desean ser el conducto para encauzar los conflictos sociales que llegasen a presentarse en nuestra sociedad.

Aunque bien sabemos, que somos seres condenados a la repetición y que, como expresó Sigmund Freud, hay que recordar para no repetir.

REFLEXIÓN

Así como los espectros regresan, las voces de clamor de las manifestaciones de los vencidos que buscan reparar las heridas y aún esperan un poco de consuelo ante el dolor que han arrastrado desde muchos años atrás, resonarán más fuerte que nunca.

De tal forma, como existen nuevos ricos no es deseable una realidad de más nuevos pobres en México. Se requiere de voluntad para reducir la desigualdad y por tanto, propiciar un entorno de justicia generalizada, para que todos tengan las mismas oportunidades.

Respecto a los partidos políticos y bajo las condiciones actuales la siguiente pregunta, ¿qué tipo de gobierno podrían construir? Necesitamos gobiernos con responsabilidad, sensibilidad política, histórica y social.

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