Entre los diversos cambios a la normatividad fiscal que entraron en
vigor a partir del primero de enero de 2014, está para todos los contribuyentes
el de emitir sus comprobantes fiscales a través de facturas electrónicas tipo Comprobante Fiscal Digital por Internet
(CFDI).
Las facturas electrónicas CFDI
son ahora las únicas que son válidas fiscalmente, todas las demás no podrán
presentarse para deducir impuestos y para migrar al esquema de factura
electrónica CFDI solo se requiere la Firma Electrónica Avazanda (Fiel),
tramitar un certificado de sello digital y contar con un servicio de
facturación, ya sea el que ofrece de forma gratuita el Servicio de
Administración tributaria (SAT) a través de su portal de Internet o el que
brindan los auxiliares de comprobación autorizados.
No hay plazo que no se cumpla y el SAT ha declarado que no habrá
prórroga y por tanto, no ampliará la fecha para que los contribuyentes migren a
la facturación electrónica, ni para que los patrones emitan recibos digitales,
cuyo plazo en ambos casos concluye este 31
de marzo. Por lo que a partir del primero de abril, los contribuyentes con
ingresos anuales de hasta quinientos mil pesos que hasta el momento utilizan el
esquema de facturación anterior a 2011, denominado Comprobante Fiscal Digital o
comprobantes impresos, deben migrar al Comprobante Fiscal Digital por Internet
(CFDI).
Asimismo, el SAT ha advertido que todos los contribuyentes que pagan
sueldos, salarios e ingresos asimilados (nómina) a sus trabajadores, deben de
expedir CFDI por los pagos que realicen. De este modo, en el caso de que los patrones incumplan con esta medida
habrá una sanción económica, mientras que el contribuyente que no emita factura
electrónica estará impedido de deducir para efecto del Impuesto Sobre la Renta
(ISR). No obstante, los negocios
pequeños tienen dificultades con las facturas electrónicas por la
desinformación que todavía existe en torno a esta medida de la Secretaría de
Hacienda y Crédito Público, pero es un proceso sencillo e incluso más económico
que la factura de papel, por lo que es recomendable asesorarse adecuadamente.
A
todos los comerciantes les preocupa y genera dudas el tema de la facturación electrónica. Lo que aumenta el
riesgo, que los nuevos requisitos
que existen ocasionen que al no tratarse de una mecánica sencilla aumente la
informalidad. Además, se ha evidenciado que la plataforma tecnológica que ha
implementado el SAT presenta aún muchas fallas y por tanto, dudo que sea
sencilla para cualquier contribuyente.
Por ejemplo, para quienes estaban dentro del Régimen de Pequeños
Contribuyentes (Repecos) y ahora se encuentran en el Régimen de Incorporación Fiscal (RIF), pueden emitir facturas
electrónicas desde el portal del SAT realizando un pequeño trámite, para poder
acceder al sistema. No obstante, revisando las
fórmulas para determinar el impuesto a pagar no se advierte un mecanismo
sencillo que cualquier contribuyente pueda efectuar por lo que deberá acudir
con un contador o asesor fiscal y ello le generará un costo mayor para cumplir
con su obligación tributaria al pagador de impuestos.
Por ello, los microempresarios
deben buscar asesoría fiscal adecuada, para implementar la facturación
electrónica en sus negocios. Lamentablemente hay desinformación y en el SAT
están tan saturados con la atención a los contribuyentes, que éstos no siempre
pueden recibir toda la información que requieren para aplicar las nuevas
disposiciones.
La finalidad de estas medidas, es que la autoridad fiscal cuente con
toda la información a través de medios electrónicos y estar en posibilidad de
en breve tiempo eliminar la obligación de presentar declaraciones informativas
de retenciones y expedir constancias. Asimismo, verificar la existencia legal,
y por ende la validez de los CFDIs emitidos y recibidos, inhibiendo la emisión
de facturas apócrifas y la aplicación de esquemas agresivos de evasión. Pero
sobre todo, es que permitirá a la autoridad hacendaria completar la cadena de comprobación e información fiscal, al contar
con registros sobre las operaciones de los participantes con sus proveedores y
clientes.
Desafortunadamente, la carga fiscal empuja a
la informalidad, debido a los impuestos
altos y su complejidad para pagarlos,
lo que ocasiona un desánimo entre las personas que no están en el sistema y con
ello se fomenta la informalidad. Por otra parte, el alza en impuestos y una
mayor fiscalización no han librado a los mexicanos de servicios públicos de
mala calidad, por lo que el gobierno debe empezar por gastar mejor para generar
legitimidad respecto a mayor
fiscalización e impuestos, pues la mala calidad en los servicios
públicos representa un doble impuesto para la gente, que debe pagar de su
bolsillo para compensar las deficiencias.
Adicionalmente
-y poco se ha abordado el tema-, habrá de tomar previsiones respecto a hackers pues el aumento en el flujo de
facturas electrónicas en formato PDF que se dará durante este año podría
detonar vulnerabilidades cibernéticas y el no actualizar a nuevas versiones de
plataformas como Acrobat, Java o Flash podría abrir la ventana a amenazas.
Entre otros efectos nocivos que podrían generarse por esta situación es que
ciberdelincuentes envíen mensajes que les permitan controlar equipos.
REFLEXIÓN
Concluyendo, si a la justicia las
autoridades le ponen barreras, corresponde a los ciudadanos franquearlas y a
los abogados que estamos comprometidos con el Derecho y la justicia social,
contribuir a preservar la seguridad jurídica a que legítimamente debe de
acceder y aspirar cualquier gobernado. Para cualquier asesoría, duda o
información quedo a sus órdenes.
E-mail: guillermoars@gmail.com
Twitter:
@pumamemo
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