miércoles, 2 de abril de 2014

FACTURACIÓN ELECTRÓNICA


Entre los diversos cambios a la normatividad fiscal que entraron en vigor a partir del primero de enero de 2014, está para todos los contribuyentes el de emitir sus comprobantes fiscales a través de facturas electrónicas tipo Comprobante Fiscal Digital por Internet (CFDI).

Las facturas electrónicas CFDI son ahora las únicas que son válidas fiscalmente, todas las demás no podrán presentarse para deducir impuestos y para migrar al esquema de factura electrónica CFDI solo se requiere la Firma Electrónica Avazanda (Fiel), tramitar un certificado de sello digital y contar con un servicio de facturación, ya sea el que ofrece de forma gratuita el Servicio de Administración tributaria (SAT) a través de su portal de Internet o el que brindan los auxiliares de comprobación autorizados.

No hay plazo que no se cumpla y el SAT ha declarado que no habrá prórroga y por tanto, no ampliará la fecha para que los contribuyentes migren a la facturación electrónica, ni para que los patrones emitan recibos digitales, cuyo plazo en ambos casos concluye este 31 de marzo. Por lo que a partir del primero de abril, los contribuyentes con ingresos anuales de hasta quinientos mil pesos que hasta el momento utilizan el esquema de facturación anterior a 2011, denominado Comprobante Fiscal Digital o comprobantes impresos, deben migrar al Comprobante Fiscal Digital por Internet (CFDI).

Asimismo, el SAT ha advertido que todos los contribuyentes que pagan sueldos, salarios e ingresos asimilados (nómina) a sus trabajadores, deben de expedir CFDI por los pagos que realicen. De este modo, en el caso de que los patrones incumplan con esta medida habrá una sanción económica, mientras que el contribuyente que no emita factura electrónica estará impedido de deducir para efecto del Impuesto Sobre la Renta (ISR). No obstante, los negocios pequeños tienen dificultades con las facturas electrónicas por la desinformación que todavía existe en torno a esta medida de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, pero es un proceso sencillo e incluso más económico que la factura de papel, por lo que es recomendable asesorarse adecuadamente.

A todos los comerciantes les preocupa y genera dudas el tema de la facturación electrónica. Lo que aumenta el riesgo, que los nuevos requisitos que existen ocasionen que al no tratarse de una mecánica sencilla aumente la informalidad. Además, se ha evidenciado que la plataforma tecnológica que ha implementado el SAT presenta aún muchas fallas y por tanto, dudo que sea sencilla para cualquier contribuyente.

Por ejemplo, para quienes estaban dentro del Régimen de Pequeños Contribuyentes (Repecos) y ahora se encuentran en el Régimen de Incorporación Fiscal (RIF), pueden emitir facturas electrónicas desde el portal del SAT realizando un pequeño trámite, para poder acceder al sistema. No obstante, revisando las fórmulas para determinar el impuesto a pagar no se advierte un mecanismo sencillo que cualquier contribuyente pueda efectuar por lo que deberá acudir con un contador o asesor fiscal y ello le generará un costo mayor para cumplir con su obligación tributaria al pagador de impuestos.

Por ello, los microempresarios deben buscar asesoría fiscal adecuada, para implementar la facturación electrónica en sus negocios. Lamentablemente hay desinformación y en el SAT están tan saturados con la atención a los contribuyentes, que éstos no siempre pueden recibir toda la información que requieren para aplicar las nuevas disposiciones.

La finalidad de estas medidas, es que la autoridad fiscal cuente con toda la información a través de medios electrónicos y estar en posibilidad de en breve tiempo eliminar la obligación de presentar declaraciones informativas de retenciones y expedir constancias. Asimismo, verificar la existencia legal, y por ende la validez de los CFDIs emitidos y recibidos, inhibiendo la emisión de facturas apócrifas y la aplicación de esquemas agresivos de evasión. Pero sobre todo, es que permitirá a la autoridad hacendaria completar la cadena de comprobación e información fiscal, al contar con registros sobre las operaciones de los participantes con sus proveedores y clientes.

Desafortunadamente, la carga fiscal empuja a la informalidad, debido a los impuestos altos y su complejidad para pagarlos, lo que ocasiona un desánimo entre las personas que no están en el sistema y con ello se fomenta la informalidad. Por otra parte, el alza en impuestos y una mayor fiscalización no han librado a los mexicanos de servicios públicos de mala calidad, por lo que el gobierno debe empezar por gastar mejor para generar legitimidad respecto a mayor fiscalización e impuestos, pues la mala calidad en los servicios públicos representa un doble impuesto para la gente, que debe pagar de su bolsillo para compensar las deficiencias.


Adicionalmente -y poco se ha abordado el tema-, habrá de tomar previsiones respecto a hackers pues el aumento en el flujo de facturas electrónicas en formato PDF que se dará durante este año podría detonar vulnerabilidades cibernéticas y el no actualizar a nuevas versiones de plataformas como Acrobat, Java o Flash podría abrir la ventana a amenazas. Entre otros efectos nocivos que podrían generarse por esta situación es que ciberdelincuentes envíen mensajes que les permitan controlar equipos.

REFLEXIÓN

Concluyendo, si a la justicia las autoridades le ponen barreras, corresponde a los ciudadanos franquearlas y a los abogados que estamos comprometidos con el Derecho y la justicia social, contribuir a preservar la seguridad jurídica a que legítimamente debe de acceder y aspirar cualquier gobernado. Para cualquier asesoría, duda o información quedo a sus órdenes.

 


Twitter: @pumamemo

 

 

 

 

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