miércoles, 29 de enero de 2014

MÉXICO TENGO FE




El presidente de Estados Unidos Barack Obama, afirmó que firmará una orden ejecutiva para aumentar a 10.10 dólares la hora el salario mínimo en los nuevos contratos federales. El salario mínimo en Estados Unidos es 7.25 dólares la hora. En México el tipo de cambio es de 13.4408 pesos lo que equivale a 97.4458 pesos la hora, el equivalente que percibe como salario mínimo un trabajador estadounidense.



Mientras tanto, en México para el área geográfica A, el salario mínimo es de 67.29 pesos diarios. Esta zona comprende a los estados de Baja California y Baja California Sur, al Distrito Federal y su área metropolitana, así como Acapulco, Ciudad Juárez, Guadalajara y su área conurbada; Monterrey y su área metropolitana, Hermosillo, Matamoros, Reynosa y Coatzacoalcos.



Para la zona B, el salario es de 63.77 pesos diarios, y abarca a estados y regiones como Aguascalientes, Campeche, Coahuila, Colima, Chiapas, Durango, Guanajuato, Hidalgo, Michoacán, Morelos, Nayarit, Oaxaca, Puebla, Querétaro, Quintana Roo, San Luis Potosí. También a Sinaloa, Tabasco, Tlaxcala, Yucatán y Zacatecas; y para los municipios específicos de los estados de Chihuahua, Guerrero, Jalisco, Estado de México, Nuevo León, Sonora, Tamaulipas y Veracruz que no estén en la zona "A".



El salario mínimo en México tuvo un aumento de 3.9% a partir de 2014, de acuerdo con lo aprobado por el Consejo de Representantes de la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos (Conasami).
Resulta evidente que el incremento al salario mínimo es muy inferior al alza de los precios de los productos básicos o el transporte, con un promedio de inflación según cifras oficiales de 3.62 por ciento. Y si a eso le sumamos otra lindura, que los mexicanos también enfrentamos nuevos impuestos este año producto de la reforma fiscal.



Esto crea un círculo vicioso, puesto que es común en México que el empleador hace como que paga y el empleado hace como que trabaja, al no existir correspondencia entre el trabajo realizado, el salario percibido y el costo al alza de los requerimientos mínimos de supervivencia de la fuerza laboral. Ahí tenemos la prueba más evidente en los gobiernos y paradójicamente pese al incremento anual en el salario mínimo, hay registros que dan prueba que algunas dependencias gubernamentales, no registran para sus trabajadores esos incrementos salariales.



Seguimos insertos en la miopía que con la pérdida de poder adquisitivo hay efectos negativos en la economía, pues el consumo interno se debilita y la demanda interna se ve limitada para fungir como motor de crecimiento.



El salario real se ha deteriorado más de 1,500 por ciento desde mediados de la década de los ochenta y es difícil recuperar el poder adquisitivo a través de incrementos en salarios pírricos. Por ejemplo, en México, el 58 por ciento de la población ocupada gana entre uno y tres salarios mínimos, es decir 28.7 millones de personas tienen ingresos entre 1,894 y 5,681 pesos al mes.



Se nos dijo que con el Tratado de Libre Comercio (TLC) se generarían más y mejores empleos y han pasado más de veinte años y nada. Ahora, con la reforma laboral se dijo que se generaría más empleos y mejores ingresos, cuando la realidad es que sube el desempleo y cada vez hay más trabajadores con ingresos salariales bajos. Entonces, ¿por qué creer que ahora con las reformas estructurales se generarán empleos de calidad, crecimiento económico y mayor inversión productiva? O mejor, digámoselo a una familia que apenas sobrevive con 1,800 pesos.



REFLEXIÓN



Mi opinión personal sobre la política salarial en México, es que tanto en el gobierno federal como en las cúpulas empresariales, ven más conveniente el deterioro de los salarios para que nuestro país registre costos de mano de obra más barata que en otras naciones. Por ejemplo, México registra costos de mano de obra más barata en un 19.6 por ciento menor que en China, por lo que se convierte esto en un “incentivo para la inversión e incremento de competitividad”. Paradójicamente esto favorece la competitividad y posición comercial de nuestro país en el mercado mundial de capitales y bienes y servicios. O también, con salarios es más fácil comprar votos y conciencias. Pero no me haga caso, usted apreciable lector saque sus propias conclusiones si a su mente traigo a colación tintes demagógico-electorales.
 
 
Twitter: @pumamemo

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